De acuerdo con el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, los daños en el terremoto de Cinchona se debieron en muchos casos a prácticas que van en contra de las recomendaciones del Código Sísmico. El origen de estas prácticas, desafortunadamente, se resume en no querer gastar en supervisión, y a veces en no querer gastar en materiales básicos con tal de terminar a la carrera, con la plata que se tiene.
El código sísmico exige varillas tanto verticales como horizontales a lo largo de la pared. La gente no las pone porque "sale muy caro". El resultado es que las paredes se desarman porque no tienen "esqueleto" que las mantenga unidas.
Cómo unir diferentes partes de una pared es toda una ciencia. El código exige que las varillas lleven un "gancho" al final, y cuando no se hace (generalmente por pereza) se "abren" las juntas y las esquinas.
Bajar el tamaño de una columna, por ahorro o porque "se ve fea" tiene un efecto inmediato: le quita resistencia y la hace propensa a quebrarse en un terremoto.
El problema mas grande a la hora de construir es que la gente quiere hacerlo a donde no debe. Se construye en laderas, que en cualquier momento pueden deslizar. Es uno de esos elefantes blancos, que todos saben que existe pero nadie (ni gobierno ni ciudadanos) quiere sacrificarse para solucionarlo.
Nota importante: todavía se ocupan manos...
La fundación Un Techo para mi País ya está levantando casas de emergencia en la plaza de Poasito. Se ocupan voluntarios para los trabajos de construcción, que se hacen los fines de semana, de viernes a domingo. A los interesados se les da transporte hasta el sitio, lugar para quedarse, herramientas de trabajo y transporte de vuelta. Si está interesado en ayudar, puede comunicarse con la fundación al teléfono 2234-6471, o escribir al correo [email protected]
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