En la caja, Portrait Professional se vende como una solución universal a todos los problemas que surgen al hacer retratos. Esencialmente, un photoshop para tontos que puede convertir a cualquiera con una cámara digital en fotógrafo de Maxim en cuestión de minutos. Arregle todos esos defectos de la foto: manchas, arrugas, espinillas, iluminación, color, con solo darle vuelta al mouse un par de veces.
Bueno, por lo menos eso es lo que da a entender el anuncio y la caja. La realidad, pude comprobar, es ligeramente distinta.
PP se basa en tres efectos de Photoshop: el liquefy, el blur, y el contraste/brillo. Los tres efectos los amarra por medio de relaciones matemáticas, para evitar que se salgan de los rangos normalmente presentes en la fotografía. En otras palabras, se sabe que la barbilla normalmente no está a más de X cm de la nariz, que la nariz típicamente no mide mas de Y veces la distancia entre los ojos... todos esos cuentos derivados de Fibonacci. Y se sabe que la luz rebota de cierta manera y proyecta sombras sobre las diferentes partes de la cara.
Amarrando los controles a esas reglas, PP hace fácil la tarea de ajuste de color, tonalidad y geometría de la cara. Tan fácil que si, casi cualquiera puede ponerse a jugar un rato y obtener resultados aceptables de casi cualquier foto.
El proceso empieza pidiéndole a uno que defina ciertos puntos de la cara. Hay un wizard que lo va guiando. Se marcan las esquinas de los ojos, la nariz, el contorno de la boca, la barbilla y los lados de la cara. Luego uno arrastra puntos de ajuste para hacer coincidir las líneas calculadas por PP con las líneas verdaderas de la foto. Todo el proceso puede durar unos 3 o 4 minutos.
Posteriormente se le muestra a uno la fotografía, con una serie de controles. Los controles regulan diferentes aspectos de la geometría de la cara y la regulación de colores. Moviendo a la derecha o a la izquierda cada control, uno puede cambiar la forma de la cara, la intensidad de colores, eliminar imperfecciones, etc.
Finalmente, para los pequeños detalles que no logra agarrar el programa, existen pinceles manuales similares a los de Photoshop para retocar las imperfecciones que quedaron.
Los resultados? Relativamente bueno. Relativamente. En las pruebas que hice Portrait Professional logró agarrar por sí solo la mayoría de los ajustes correctos, y producir una imagen que no le llegaba ni cerca a calidad de estudio, pero que si superaba por mucho los originales.
(Izquierda - Antes / Derecha - Después)
Al final, se logra una corrección de brillos y zonas quemadas aceptable. La corrección de irregularidades y distorsión de lente también está buena. Y la capacidad de deformar y corregir facciones? Pues para un programa de $70 no está nada mal. Por supuesto, siempre se mantiene la limitación universal de que una foto mal tomada no se puede arreglar, por mas post-procesamiento que se le meta, pero eso era de esperarse.
Yo calculo que el Portrait Professional podría dar muy buenos resultados si se utiliza sobre fotos donde la luz esté mejor regulada y los brillos no sean tan violentos. Podría ser una alternativa buena cuando se tiene toda una serie de retratos que corregir y no hay mucho tiempo para ir tratando cada uno puntualmente. Y para las fotos de todos los días eventualmente podría resultar, el problema es que como se pudo ver en las pruebas, normalmente esas fotos vienen cargadas de defectos luminosos que no es tan fácil moderar sin hacer que se vean alteradas.
Un ejemplo del resultado final de una foto tomada con un poco más de cuidado:
Con todo y todo, mi conclusión sigue siendo que no hay como hacer las cosas bien a la primera. Mejor corregir los defectos desde la imagen original, y mantener el post-procesamiento a un mínimo. Porque todavía ni el mejor de los programas de edición puede llegarle a una foto bien tomada desde el inicio.
Pueden conseguir una versión demo de Portrait Professional aquí.