5 de febrero de 2009

Cómo fotografiar un funeral

Leyendo los posts de DPS, me encontré uno bien interesante, y de un tema que en realidad nunca había ponderado antes: la fotografía de funerales. A uno de los lectores lo contrataron para servir de fotógrafo durante un funeral, y no tenía ni la más mínima idea de cómo hacerlo.

Lo cual es razonable. De hecho yo no hubiera tenido ni la mas mínima idea. Es mas, ni la gente de DPS tuvo la más mínima idea, y en esta tuvieron que pedir ayuda.

Al final entre los lectores y participantes del blog se armó una buena recopilación del tema, incluso aparecieron varios fotógrafos que tenían experiencia en el tema, uno que otro sacerdote, y hasta un sepultero. De todo se habló, pero sobre todo se mencionaron una y otra vez varios puntos centrales:
  • Fotografiar un funeral no es nada raro. Cierto, la gran mayoría de los casos se rigen por la costumbre popular y no son eventos fotografiados. Pero sí aparecen casos en donde se pide el servicio, como manera de dejar recuerdo y de documentar reencuentros de gente que muchas veces tiene años de no verse.
  • La solicitud tiene que venir de un miembro de la familia inmediata del difunto. Y si entre la familia inmediata hay desacuerdo al respecto, lo mejor es no aceptar hasta que exista un acuerdo al respecto, o por lo menos que la gente mas cercana esté de acuerdo.
  • Deberían indicarle a uno más o menos qué les gustaría ver en las fotografías, y si quieren alguna en particular (por ejemplo del ataúd o de la familia). Muchas veces queda a discresión del fotógrafo qué tomar, pero es bueno estar enterado de si buscan alguna característica en especial de las fotos.
  • Lo primero que hay que hacer es pedir los datos del director de la funeraria y del sacerdote a cargo, para ponerse en contacto. Esos dos personajes tienen mucha información acerca de los lugares a donde se llevará a cabo todo: pueden dar información asociada a las condiciones de luz, los lugares donde generalmente se para la gente, horarios, etc. El director de la funeraria muchas veces está varias horas antes de iniciada la vela, lo cual es útil si se pide algún tipo de fotografía que requiera acercamientos o luces de apoyo. Además de que, obviamente, es necesario informarles de previo que se pidió el servicio de que hubiera un fotógrafo presente.
  • De paso no se les olvide preguntar acerca de la ceremonia, especialmente si no es un funeral católico. Tengan presente que en algunas religiones el interior de los templos y sitios de ceremonia son lugares de cero fotografía, aunque la gente lo pida.
  • Los que vayan a estar presentes deberían estar informados de las fotos. Generalmente se le pide a quien solicitó el servicio, que avise a la gente que pidió que se tomaran fotos, y que antes de empezar el funeral, nos indique si hay alguien que sea "off limits". Hay que estar atento al tomar las fotos a cualquier seña o indicación de alguien de que no quieren aparecer.
  • La vestimenta tiene que ir de acuerdo con la ocasión. En este caso no hay licencias artísticas ni temas de "costumbre de la industria".
  • Cero flash y lente largo. Dentro de lo posible, trípodes tampoco: hay que usar monopods.
  • Se trabaja desde lejos, y con movimiento lento. No hay necesidad de ir corriendo de un lado a otro. La idea es ser lo menos aparente posible.
  • Las fotos se toman a color, por default. No es un set de los Locos Adams, y por lo general la gente no quiere que quede ese estilo plasmado en las fotos.
  • Generalmente lo que se busca es contar la historia del funeral, y sobre todo de los presentes, con las fotografías. Se tiende a valorar mucho el recuerdo de toda la gente que estuvo presente, es buena idea no olvidar unas fotos abiertas, que muestren a todo el grupo congregado.
  • No hay que huirle a las fotos emotivas, ni a los acercamientos de la gente. Es una parte crítica del evento, si se maneja con tacto.
  • Ponganle cuidado a las manos de la gente. Ahí salen fotos espectaculares y con mucho significado.
  • Acepten que van a estar a merced de la suerte. Este es uno de esos casos donde el entorno no se puede acomodar a la foto.
  • Nada de repartir tarjetas de presentación. Si quieren dejar tarjetas, dénselas al que pidió la fotografía y que él las pase al resto.
  • Concluido el trabajo, no se sorprendan si pasan semanas o meses antes de que alguien vea las fotos.
Un funeral es una asignación que no es para todo el mundo. Hay gente que le atrae la idea, hay gente que no aceptaría el trabajo por más que le pidan. Bueno, si son de esos a los que si... ya tienen mas o menos una base desde la cual trabajar.



2 comentarios:

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Auchh... me parece algo tétrico fotografiar un funeral.

Digo, es algo de lo cual uno no quisiera acordarse, borrar ese momento y dejar solo los recuerdos en vida de quien falleció.

mvarela dijo...

Excelente post!!!!