La proporción divina, proporción dorada, o razón de Fibonacci es una relación de escalas de 1:1.61803. Viene de una secuencia de números propuesta por Fibonacci (un matemático italiano), donde al final resulta que todos van creciendo por un factor de aproximadamente 1.61803. La proporción divina aparece en muchos diseños de la naturaleza, por lo que con el tiempo se ha llegado a creer que seguirla es una buena guía para crear trabajos estéticamente agradables.
Al final toda la teoría matemática se puede resumir en una serie de plantillas: la grilla divina (similar a la ley de tercios pero en esta los tamaños de los cuadros son 1:0.618:1), los triángulos divinos (el resultado de bisecar los 4 ángulos de un rectángulo), y la espiral divina (una espiral en donde los radios crecen según la secuencia de Fibonacci). Dice la teoría que entre más se ajusten a estas plantillas las fotografías, más estéticamente atractivas van a ser.
La grilla funciona igual a la de Ley de Tercios: los objetos se ubican según los cuadros, y los puntos de interés caen en las interseccones. Los triángulos divinos se supone que marcan los puntos de interés de la foto (donde se intersecan las líneas) y la espiral divina sirve para definir curvas agradables a la vista y en su punto interno, marca el punto de interés de toda la secuencia de objetos.
La pregunta: qué tan bien se ajusta la teoría a la realidad? Bueno, la prueba que hice consistió en tomar algunas de las fotografías ganadoras del Tercer Concurso Regular del Fotoclub de Costa Rica y aplicarles las diferentes plantillas a ver cómo andaban. Los resultados no dejan de sorprenderme:
Elías Fallas, "Balcón 2". (Mención de honor) Ojo como la proporción de las 2 paredes se ajuste a Fibonacci, y como las 2 puertas caen en la espiral. De paso, el camino también sigue la espiral de Fibonacci. |
Sergio Pucci, "Percusión" (2ndo lugar) Las manos están en el lugar indicado por el triángulo de Fibonacci, y el tambor sigue la espiral de Fibonacci |
Sergio Pucci, "Bailarina" (3er lugar) Ojo el ajuste del movimiento con la espiral, y como los puntos más luminosos caen en la grilla. |
Christian Tosso, "Partitura en Blues" (1er lugar) Ojo el juego de las espirales (en azul), y como los centros de las espirales entre sí, describen una espiral (en rojo) |
Sergio Pucci, "Balcón Nepal" (2ndo lugar) Ojo el balcón y la montaña. El balcón está cumpliendo a la perfección la Ley de Tercios, y la punta de la montaña está alineada con el punto focal de la espiral. |
Saúl Villalobos: "Ritmo Árabe" (Mención de honor) Una espiral de gran radio. |
Además, está complicado ponerse a trazar espirales y grillas cada vez que vamos a tomar una foto, especialmente si no tenemos mucho tiempo para tomarla.
La proporción de Fibonacci al final resulta ser otro punto de partida que se puede usar para guiarse, como la Ley de Tercios. Pero no es una regla estricta que necesariamente haya que seguir para tener una buena foto, sino que lo diga ésta:
Rolando Ríos, "Preludio" (2ndo lugar) Ahí si les quedo mal, porque nada queda con la plantilla. |