Algo tienen las grúas, que no deja de captar la atención de uno.
Talvez sea la fascinación de ver que con un cable casi imperceptible se mueven montañas. O ver como giran incesantemente, sin hacer el mas mínimo susurro.
Y cuando terminan, quedan congeladas como estatuas gigantes... esperando la próxima carga y el próximo giro.
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2 comentarios:
lo impresionante es su altura y que uno piensa que talvez le van a caer encima
Mae, que buen post de una simple meditación por observación!
Saludos desde mi extraño país.
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